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En el último año se destruyeron más de 334.000 puestos de trabajo en el sector privado: pero aumentó el empleo público

Todos los sectores productivos argentinos destruyeron empleo durante el cuarto mes del aislamiento social obligatorio implementado por el gobierno de Alberto Fernández para intentar evitar la propagación del Covid-19.

En julio de este año –según los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio de Empleo, Trabajo y Seguridad Social– la cantidad de puestos de trabajo formales en la Argentina era de 5,77 millones, una cifra 5,0% inferior a la del mismo mes de 2019 y la más baja desde octubre de 2010.

Las pérdidas de puesta de trabajo corresponden exclusivamente a cierre de empresas, dado que el gobierno argentino prohibió este año los despidos sin justa causa y por falta o disminución de trabajo y fuerza mayor, aunque dejó habilitada la posibilidad de suspender trabajadores.

El dato es que en julio pasado la cantidad de trabajadores formales suspendidos era de 591.825, de manera tal que la cifra de destrucción de empleo podría llegar a ser sustancialmente superior cuando se desactive la prohibición de despedir empleados.

El agro, con 314.343 trabajadores registrados en julio pasado, tuvo una pérdida interanual de 8418 empleos, la mayor parte de los cuales se explican por las dificultades para contratar trabajadores temporales dedicados a tareas de cosecha de cultivos intensivos.

De todas maneras, el empleo registrado en el sector agropecuario, a pesar de las restricciones logísticas generadas por la pandemia de Covid-19 y la progresiva tecnificación de procesos, se encuentra relativamente estable en términos históricos en el marco de una elevada volatilidad estacional.

Los sectores productivos más perjudicados por la pandemia fueron la construcción con una pérdida interanual de empleos de 127.859 (-28,6%), hoteles y restaurantes con -33.587 (-12,8%), minería con -5202 (-6,0%), transporte y almacenamiento con -17.333 (-3,2%) e industria manufacturera con -27.558 (-2,4%).

La pandemia potenció el proceso de destrucción de empleo registrado en el último lustro en el sector manufacturero, el cual se gestó a partir de la estabilización del mercado cambiario instrumentada durante el primer tramo del gobierno de Mauricio Macri –que desnudó las deficiencias competitivas de buena parte de la industria argentina, camufladas anteriormente por cepos cambiarios y restricciones para concretar importaciones–, aunque luego se agravó a causa de la imposibilidad de acceder a financiamiento en un contexto de altísimas tasas de interés.

 La cantidad de monotributistas registrados en julio pasado era de 1.578.027, una cifra 17.955 inferior a la del mismo mes del año anterior, mientras que en el período la cantidad de autónomos descendió en 14.186 para ubicarse en 382.279.

En total, sumando trabajadores registrados, autónomos y monotributistas, la pérdida de empleo ocurrida en el sector privado entre julio 2020 y julio de 2019 fue de 334.635 trabajadores.

Sin embargo, la cantidad de empleados públicos –considerando los ámbitos nacionales, provinciales y municipales– creció en el último año en 16.036 personas para ubicarse en julio pasado en 3.205.109.

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