El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, defendió al sector agropecuario nacional en el discurso brindado hoy domingo durante la cumbre del G20 que se está desarrollando en la ciudad de Riyadh (Arabia Saudita).
El presidente brasileño dijo que la conservación del ambiente debe combinarse con la prosperidad económica y social, para luego resaltar que Brasil se ha convertido en uno de los mayores exportadores de productos agroindustriales del mundo gracias a innovaciones y mejoras de productividad.
“Hoy nuestro paÃs exporta un volumen enorme de productos agrÃcolas y ganaderos sostenibles y de calidad. Alimentamos a casi 1500 millones de personas y garantizamos la seguridad alimentaria en varios paÃsesâ€, aseguró Bolsonaro según un artÃculo publicado hoy por la empresa de medios oficial Agencia Brasil.
Bolsonaro también dijo que el desarrollo sostenible implica acciones con las cuatro R: Reducir, Reutilizar, Reciclar y Remover. “Entendemos que los esfuerzos deben concentrarse en la primera R, que es la reducción de las emisiones de carbono. A nivel mundial, somos responsables de menos del 3% de las emisiones de carbono, a pesar de que somos una de las diez economÃas más grandes del mundoâ€, remarcó.
El mandatario señaló que ha abierto la economÃa brasileña a empresas extranjeros para integrar al paÃs en los flujos comerciales y de inversión mundiales. Citó como ejemplo el esfuerzo por cerrar el acuerdo –firmado el año pasado– entre la Unión Europea y Mercosur, además de los acuerdos en curso de negociación con paÃses como EE.UU., Corea del Sur y Canadá.
La agencia oficial CompañÃa Nacional de Abastecimiento (Conab) proyectó que en 2020/21 Brasil podrÃa producir un récord histórico de 268,9 millones de toneladas de granos, lo que representa un 4,6% más que en 2019/20.
La estimación considera la recuperación de la productividad de los cultivos de soja y maÃz que se vieron severamente afectados por la sequÃa registrada en 2019/20, especialmente en Rio Grande do Sul. A pesar del retraso en las lluvias ocurrido este año, los productores aceleraron el ritmo de siembras a causa de los elevados precios internacionales de los granos y un tipo de cambio competitivo que asegura altos márgenes de rentabilidad al sector agrÃcola brasileño.