Un año atrás el precio promedio de la leche argentina era de 0,30 u$s/litro versus 0,26 u$s/litro en Uruguay. Por entonces nadie imaginaba que los productores lecheros argentinos iban camino a enfrentar una crisis mucho más profunda que la que experimentaron los tamberos orientales.
En la liquidación de agosto de este año –último dato oficial disponible– el valor promedio pagado a tamberos uruguayos se ubicó en 0,30 u$s/litro versus 0,28 u$s/litro recibido por los productores argentinos.
Pero el promedio mensual del último año (agosto 2015/agosto 2016) fue similar en ambos márgenes del RÃo de la Plata: unos 0,28 u$s/litro) (ver gráfico).
La gran diferencia entre ambas naciones es que las variaciones de precios en Uruguay son mucho menos volátiles que las presentes en la Argentina debido, fundamentalmente, a que el principal procesador y exportador de leche –Conaprole– dispone de “fondo de estabilización†que permite resguardar la rentabilidad de los tamberos en épocas de bajos precios internacionales al ahorrar parte del excedente en las fases de altos precios.
En la Argentina, en cambio, el sector lechero vive en un marco de “capitalismo salvaje†en el cual todos buscan la manera más rápida de posible de quedarse con el margen de los demás eslabones de la cadena.
Al tratarse de una actividad que, por sus caractectÃsticas –manejo de vacas que deben comer bien todos los dÃas–, no tiene un margen de acción grande en caso de una crisis de ingresos, los movimientos bruscos de precios tienden a desestabilizar la producción, lo cual, a su vez, luego repercute en los ingresos de leche recibidos por la industria y, eventualmente, pueden terminar generando desabastecimientos de algunos lácteos en canales comerciales.
El Ãndice de volatilidad del último año (desviación estándar del cambio del precio mensual con respecto al promedio) de la leche argentina fue del 39% versus 14% en Uruguay. Puede decirse entonces que, en ese perÃodo, ser tambero en la Argentina fue casi tres veces más riesgoso que en Uruguay.
Además del “fondo de estabilización†privado llevado a cabo por Conaprole, el gobierno nacional de Uruguay implementa, en épocas de crisis, un fondo anticÃclico para asistir a los tamberos. El sistema, instrumentado a través de un fideicomiso, se aplicó en 2016, 2008 y 2002.